7 tips a tener en cuenta a la hora de escribir online

Seguimos avanzando en el mundo de la comunicación digital. Entonces, ahora que ya entendemos mejor las particularidades de este universo, qué cosas tener en cuenta antes de empezar a escribir y cómo facilitar la lectura de tu contenido online, es momento que pongamos el foco en la escritura en sí.

En este artículo vamos a ver tips concretos para armar tus comunicaciones digitales y algunas estrategias que podés usar en el contenido.

Tips para escribir en el mundo digital

Estos son algunos recursos que vale la pena tener en cuenta a la hora de armar tus comunicaciones digitales.

Estos tips aplican tanto para las páginas de tu tienda online como para tus campañas de mails y piezas en redes sociales.

Siempre buscá la manera lo más clara y concisa posible de decir las cosas. Es importante que uses palabras simples que hagan entender el mensaje. Tené en cuenta que las palabras difíciles o rebuscadas no van a hacerte ganar más confianza o credibilidad.

Como vimos en un artículo anterior, los usuarios digitales no leen palabra por palabra. Por esto es importante mantener la extensión de los textos lo más corta posible.

Cada pieza va a tener una necesidad a cumplir, seguro. Y esta va a depender de la complejidad de lo que se esté comunicando. Pero estemos pendientes de decir lo realmente necesario, no más.

Por ejemplo, si vendés un producto que es complejo o tiene muchas funcionalidades a explicar, inevitablemente tu descripción de producto va a ser más extensa. O si sabés que tu público objetivo necesita más información para poder tomar la decisión de compra, está bien que seas más detallista en el contenido que les brindás.

Un error muy común a la hora de escribir es usar una y otra vez adjetivos genéricos que no dicen demasiado. No suman al contenido y además ocupan ese espacio que deberíamos estar usando para comunicarnos de una manera clara y directa.

Algunos ejemplos son palabras como “rápido”, “barato” o “los mejores”:

• En vez de decir “envíos rápidos” se puede decir “envíos de 3 a 5 días”. Dejá realmente en claro cuál es el tiempo que va a tardar el envío.
• En vez de decir “barato”, es mejor decir el precio. ¿Es $2.99, $200 o $2000? Los usuarios van a comparar y saber si es barato.
• Explicá qué hace la marca para tener los mejores productos, en vez de simplemente decir “somos los mejores” o tenemos productos “de buena calidad”.

Un recurso muy valioso a la hora de comunicar es usar disparadores emocionales para que el contenido sea más atractivo para la audiencia. En esta instancia tenés que tener en cuenta las preocupaciones y deseos de tu público objetivo.

Por ejemplo:
El ser emprendedor, o empezar un nuevo negocio, juega con varios disparadores emocionales que en general son común a todos.

• El deseo de hacer algo propio
• La pasión
• El multitasking
• El miedo al fracaso
• La soledad

¿Cuáles son esos problemas o necesidades que tus productos resuelven? Tenelo en cuenta a la hora de comunicar.

Como veíamos antes, en el mundo digital hay que ser concisos porque la gente no lee todo lo que le aparece en su pantalla. Entonces, la elección de cada palabra es muy importante para poder comunicar lo justo.

Es clave que elijamos cada término con atención. Porque una palabra puede hacer la diferencia.

Ante tantos estímulos de mensajes, productos, promociones, los consumidores están cansados de grandes promesas vacías. Es importante ser auténticos, ser honestos y ser transparente para ganarnos su confianza.

Por ejemplo: si ya sabés que ante un producto pueden haber preocupaciones, nos las ignores o trates de esconderlas. La mejor estrategia es atacarlas abiertamente y asegurar con hechos y “evidencia” que no tienen nada de qué preocuparse.

Es importante no poner lo primero que se nos ocurra. Hay que dedicarle tiempo a la comunicación para que la pieza final sea el resultado de un proceso de reflexión y de varias versiones.

Estrategias de escritura para tus comunicaciones

Además de los tips que vimos más arriba para tener en cuenta en toda pieza de comunicación, hay distintas estrategias que podés usar para plantear tu contenido.

Esto va a depender según la identidad de tu marca, la voz que hayas elegido para representarla, el tipo de comunicación que estés armando y qué objetivo quieras lograr con cada una.

Esta es una estrategia con un objetivo informativo. De manera sencilla y directa se presentan los hechos y los beneficios, sin agregados ni adornos.

Un ejemplo de esto puede ser enumerar las características técnicas de un producto.

Las personas tienen un interés natural por escuchar historias. A todos nos gusta escuchar relatos sobre personas que sufrieron desafíos y cómo los superaron.

Las historias suelen tener tres etapas básicas:

• La apertura: donde se introduce el problema del personaje (lo que sepas que a tu público objetivo le preocupa).
• El conflicto: cómo el personaje se ve amenazado por este problema si no lo resuelve. Cómo es su trayectoria mientras ataca este desafío.
• La solución: el producto es introducido como la “cura” al problema de la historia.

La moraleja de la historia entonces va a ser que tu producto fue lo que lo ayudó a superar esos desafíos. 🙂

Esta estrategia plantea escribir la comunicación como si fuera una conversación.

Tiene un acercamiento más “de ventas” pero lo que busca es identificarse con el lector y acercarse con las palabras de una manera más natural.

Por ejemplo, el decir: “Sé cómo te sentís, a mi me pasaba lo mismo, eso todo cambió cuando encontré…”.

Esta estrategia apela a pedirle a la audiencia que se imagine un escenario ideal, un mundo en que sus preocupaciones se solucionan fácilmente.

Se empieza con palabras como “imaginate que” o “pretendé por un momento que”, etc.

¡Claro que la manera de cumplir ese sueño va a ser a través del producto!

Existen muchas otras maneras de comunicarse con clientes y potenciales consumidores. Lo importante es que encuentres la forma que se acomode mejor a tu público.

Entonces, ya tenés distintos tips y estrategias para tu comunicación, ahora es momento de que veas cómo aplicarlos al contenido de tu marca. ¡Manos a la obra!

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