El futuro de la IA: 5 aspectos de la revolución que se viene
La Inteligencia Artificial (IA) se está consolidando como el copiloto indispensable para tener éxito al vender por internet, con una capacidad de personalización y gestión sin precedentes. ¿Qué se espera para el futuro de la IA?
Hace unos años, hablar de inteligencia artificial (IA) era hablar otro idioma. Era un concepto distante, científico, exclusivo. Lo que comenzó como un experimento hace 75 años es hoy una revolución.
Desde la aparición de ChatGPT a la actualidad, se convirtió en una herramienta de respuestas y optimización. Pero mañana será invisible. Mejor dicho: omnipresente. Será comprador, vendedor, analista, intermediario, probador, marketer y otras tantas cosas más.
No vamos a quedarnos en estas grandes declaraciones: juguemos a hacer futurología para los próximos 10 años y exploremos qué nos depara el futuro de la IA en e-commerce.
Solo para poner en contexto, veamos este dato de Accenture: las empresas que usan IA generativa reportaron un aumento del 40% en el valor promedio de los pedidos (AOV) y un incremento del 30% en las tasas de conversión. En palabras más simples: más personas les compraron y por más dinero.
Si usamos IA para vender, lo haremos más y mejor. La IA es un motor de rentabilidad para los negocios.
La IA en e-commerce en la actualidad
Para hablar del futuro de la IA, primero tenemos que conocer en qué estado se encuentra hoy. En e-commerce vemos 4 aspectos muy interesantes:
Hiperpersonalización a escala
Uno de los grandes problemas para las marcas de hoy son los micromomentos. Hoy la atención promedio de una persona está entre los 5 y 9 segundos. Y además de eso, los estímulos son múltiples: TikTok, YouTube, Instagram, anuncios, juegos… La atención es extremadamente corta y está dividida.
La IA llegó para capitalizar cada micromomento. Gracias a su capacidad para procesar millones de datos en segundos, sabemos mucho más que antes. No es solo qué productos tienen guardados en favoritos o en un carrito, sino también cuáles son los métodos de pago y envío preferidos, talles, colores que más les gustan, qué productos ya tiene.
Con base en esos datos podemos dar una experiencia realmente transformadora: cada persona que entra en una tienda online se encuentra con una navegación distinta. Aprovechar la capacidad de IA es aprovechar cada micromomento y convertirlo en una venta.
Hoy la personalización es un gran diferencial: a todos nos gusta que nuestra experiencia sea a medida de nuestros gustos. Y la IA lo hace posible.
Realidad aumentada
Hoy, la IA generativa está llevando al e-commerce a un nuevo nivel: el de la realidad aumentada. No solo muestra productos, sino que permite que las personas los vean, prueben e interactúen con ellos desde cualquier lugar.
Gracias a la IA, las marcas crean entornos virtuales que reproducen experiencias reales y generan una conexión más cercana y personalizada con cada cliente.
Esto lo vi, por ejemplo, en Nike, que tomó el insight de “no sé cuánto calzo para comprar zapatillas” y creó una herramienta con IA en su aplicación que “escanea” tus pies y te da la medida exacta del pie. También se ve en inmobiliarias, que ahora hacen tours virtuales generados por IA para recorrer las propiedades.
No es solo jugar con tecnología: las empresas que usan IA tienen mejores resultados en sus campañas de marketing, tienen un mayor retorno de inversión y hasta consiguen fidelizar clientes.
Optimización de recursos y logística
Las capacidades de la IA no se terminan ahí. Además de anticipar futuras necesidades, la IA también sabe cuándo reabastecer el inventario, cómo reorganizar tu stock y hasta qué ruta es la mejor para llevar cada paquete a su destino.
¿Por qué? Porque analiza conductas de venta, estacionalidades, cantidad de búsquedas relacionadas y el conteo de tu inventario, entre otros millones de datos, para saber exactamente qué necesitas y cuándo.
Uno de mis casos de éxito favoritos es el de FedEx, una de las empresas transportistas más grande del mundo, que implementó un robot impulsado por IA llamado “DoraSorter” que organiza los paquetes según tamaño, peso y destino. Así, convirtió su servicio de paquetería en uno más organizado, veloz y exacto.
La previsión mejorada por IA reduce los errores en las redes de la cadena de suministro entre un 30% y un 50%. Esta mayor precisión conduce a una caída significativa —hasta un 65%— en las ventas perdidas debido a situaciones de falta de existencias
Atención al cliente inmediata
Hoy la velocidad de respuesta no se negocia. Según el informe “State of the AI Connected Customer” de Salesforce, el 42% de los clientes esperan una respuesta en los primeros 5 segundos de contacto y un 69% prefiere usar chatbots por la velocidad.
Pero un chatbot que responde rápido no alcanza. Por eso los primeros chatbots, que eran rígidos y respondían específicamente a palabras claves o reglas exactas ya programadas, no eran tan efectivos.
Ahora, la IA “entiende” la forma en que hablamos, nos escucha y nos responde de la misma forma, mucho más cercano, menos “robótico” y con información actualizada de los negocios.
A eso apuntamos con Chat Nube: es un asistente inteligente que responde mensajes de WhatsApp y automatiza las conversaciones con los clientes. Una de sus características principales es su capacidad de incorporar el tono de voz específico de la marca para responder lo más humanamente posible.
Además, tiene la posibilidad de estar 100% integrado con la tienda y contar con capacidades que las personas no pueden tener, como crear un carrito con los productos que pide el cliente, autenticarlo en su cuenta y entregarle un checkout express en el que termina su compra en cuestión de segundos.
“Cualquier tienda debería tener una herramienta como Chat Nube, es indispensable para brindar respuestas inmediatas y a cualquier hora” comenta Javier, dueño de Moda Bella en Argentina y uno de los primeros en implementar esta herramienta.
"El futuro del e-commerce es conversacional, hiperpersonalizado y automatizado con IA, en plataformas que los usuarios ya aman y usan diariamente."
¿Cuál es el futuro de la IA en e-commerce?
El futuro inmediato ya promete grandes cambios. Solo en los próximos dos años, OpenAI buscará revolucionar ChatGPT para llevarlo de un chatbot a un “súper asistente”. En palabras de ellos, será “alguien que te conoce, que entiende lo que te importa y que te ayude con cualquier tarea que una persona emocional e inteligente pueda realizar”.
¿Qué significa esto? ChatGPT pasará a ser omnipresente: estará en todos los aspectos de nuestra vida. No será solo una app: podrás “conversar” con él a través de mensajes de texto, hablarle por voz, que esté presente en reuniones, calendarios… Casi como un compañero personal.
Pero vayamos un poco más allá. Veamos que se espera de la IA en los próximos diez años.
La IA en 2035: ¿cómo será el e-commerce en una década?
1. La IA creará experiencias de compra inmersivas
Imaginemos a una clienta, Victoria, que tiene un recital el próximo sábado a la noche y está buscando un vestido para usar. Quiere un look perfecto. Lo más probable es que entre a distintas tiendas online, explore algunas opciones y hasta quizá se frustre porque no se las puede probar.
Si esta misma situación se diera en 2035, creo que sería muy diferente. Victoria entrará a una tienda online y verá solo los looks de su talle, color y estilo, creados para ella por una IA que entiende su historial, sus eventos y hasta el clima del fin de semana.
Usará probadores virtuales para ver cómo le queda exactamente su vestido, podrá interactuar con los productos en tiempo real y hasta creará videos con apps como EasyVideoCommerce en los que se verá cómo se ve cada outfit reflejado en ella. Todo eso sin salir de su casa.

Así la IA mostrará la misma chaqueta pero en distintos colores.
2. La IA sabrá qué comprarte
Hoy la IA hace análisis de Big Data para estudiar los hábitos de navegación y compras de los usuarios, entregando ideas y recomendaciones personalizadas para cada cliente.
Para 2035, esto ya sonará como un pasado lejano, porque el nivel de profundidad que tendrá la IA para analizar estos datos será tan preciso que predecirá cuáles son las próximas compras o necesidades que tendrá cada persona.
¿Está por acabarse un producto de la despensa? ¿Actualizarás algún electrodoméstico? ¿Debes comprar un regalo para el cumpleaños de un ser querido? Todo esto ya estará previsto por la IA.
Un ejemplo actual pero en pañales son los frigoríficos inteligentes de Samsung con la tecnología “Samsung Vision AI”, la que permite identificar algunos alimentos guardados y detectar cuándo estos están por acabarse.
3. La IA hará sus propias compras
En la actualidad ya vemos en Tiendanube que no hay solo clientes humanos. Tenemos agentes de inteligencia artificial que están comprando, que están buscando productos por cada uno de nuestros clientes.
¿Cuántos de nosotros estamos preparando nuestras descripciones, nuestras imágenes, nuestra metadata para que lo entienda un agente de inteligencia artificial?
En el futuro, las búsquedas estarán muy repartidas. No solo empezarán en Google o en Instagram. Serán —ya lo son, pero cada vez más— en ChatGPT, Perplexity, Gemini y otros motores de Inteligencia Artificial. Las marcas no solo atenderán personas: también lo harán con clientes que no son humanos.
4. La IA será el mejor empleado
Sigamos con otra tendencia que se viene: la búsqueda visual y multimodal.
Volvamos a Victoria. Cuando va a un local físico habla con el vendedor. Es lo más natural del mundo. Le pregunta cosas como “¿Tienes algo como esto?” o “Me encanta el look que se puso este ¿Tienes algo así para mí?”.
Para 2035, las tiendas online también tendrán vendedores. En realidad, solo uno: la IA. Cuando Victoria entre en diez años, el e-commerce no le ofrecerá cualquier talle o producto. Le ofrecerá lo que ella quiere, los colores que usa, el talle que mejor le queda base en sus compras anteriores.
Los clientes no solo harán clicks para hablar con nuestra marca. Pasaremos a una experiencia en la que entrarán a hablar con nuestras marcas y lo que harán es agregar una foto y decir algo como: “¿Tienes algo como esto para mí?”. Los e-commerce serán conversacionales. Y habrá muchas, muchas más ventas en nuestras conversaciones.
5. La IA hablará con cada cliente potencial
La atención hoy es corta, las oportunidades no son muchas y serán cada vez menos. Por eso, el futuro de la IA promete campañas de marketing hipersegmentadas. No existirán más las campañas de masas, en la que un mismo mensaje le llega a cientos de miles de personas muy distintas entre sí.
En cambio, las campañas de publicidad serán para micro segmentos de clientes, hechas 100% con IA e iterando minuto a minuto, segundo a segundo. Si Victoria dejó algo en el carrito, se lanzará una publicidad hiper segmentada para ella. El diferencial no será llegar en masa, será llegar a cada cliente, uno a uno, de manera boutique.
El futuro de la IA es hoy
Para cerrar esta columna, quiero plantear un punto importante: negarnos a utilizar la IA o desconocer esta revolución no es una alternativa. Usarla y aprender de ella es prácticamente una necesidad para mantenerse a flote .
Todo apunta a que el uso de la inteligencia artificial significa una mayor ganancia. La IA no se enamora de la solución, se enamora del problema. Pero, además, es implacable: avanza sin parar y no perdona a quienes se quedan atrás.
El mayor error de la IA es no comenzar a aplicarla. Es una nueva revolución y va muy rápido. Pero eso, lejos de generarnos miedo, debe ilusionarnos: multipliquémonos con ella. En vez de reemplazarnos, nos potencia, nos sube la vara y nos pone un paso por delante.
En esta revolución de la IA los que ganan son los que se adelantan. Y la IA no va a reemplazar a todas las personas. Pero de seguro lo hará, con quienes no sepan cómo utilizarla.