8 consejos para mejorar la salud financiera de tu emprendimiento

La salud financiera se trata de tener recursos y conocimientos suficientes para tomar decisiones acertadas con tu dinero. Esto incluye tener claro cuánto puedes gastar, cuánta deuda puedes afrontar y cómo crear un fondo de emergencia que ayude a mantenerte a flote cuando los tiempos se pongan difíciles.

Estos son conceptos básicos que se aplican a nivel personal, pero también a nivel empresarial. Tener salud financiera personal es vital cuando decides emprender, pues impacta tu capacidad para buscar oportunidades.

Por ejemplo, si no eres lo suficientemente estable económicamente, asumir un riesgo adicional con la apertura de una empresa puede ser un desafío, ya que no hay garantías de que las cosas funcionen según lo planeado.

Por otro lado, replicar esos buenos hábitos con el dinero en tu emprendimiento también es necesario. La razón por la que muchos negocios fracasan es porque no tienen el control financiero del proyecto.

Como emprendedor, la emoción y la aventura de ofrecer algo nuevo y diferente en el mercado puede robar tu atención y hacerte descuidar tu salud financiera.

Ya sea que estés planeando ser un profesionista independiente o emprender un negocio, hay cosas que debes considerar cuando se trata de trabajar por tu cuenta. No importa qué tan bueno sea tu producto o servicio, una empresa no tendrá éxito sin una buena salud financiera.

8 recomendaciones para mejorar la salud financiera de tu emprendimiento

Hemos reunido las siguientes recomendaciones para que los emprendedores, como tú, puedan tener una buena salud financiera que les ayude a garantizar el bienestar económico de sus proyectos.

1. Crea un presupuesto
2. Usa diferentes cuentas para tu dinero y el del negocio
3. Controla los gastos fijos y variables
4. Realiza un seguimiento de tu rendimiento
5. Ten una rutina financiera en tu agenda
6. Administra y paga tus deudas a tiempo
7. Aprende sobre temas fiscales
8. Crea un fondo de emergencia

1. Crea un presupuesto

Así como tienes un presupuesto personal que te permite ver en qué gastas y si es necesario ajustar gastos para generar un ahorro, en tu negocio debe funcionar igual.

Un presupuesto puede ayudarte a establecer objetivos y hacer un seguimiento de tu progreso; por ejemplo: vender más, reducir márgenes de costos o encontrar proveedores que te ofrezcan precios más competitivos.

Tener un presupuesto también te ayudará a mejorar tus hábitos de gasto al identificar áreas en las que puedes reducir costos o ahorrar dinero. Así como, evitar gastos excesivos en elementos innecesarios.

2. Usa diferentes cuentas para tu dinero y el del negocio

La mejor manera de afectar gravemente tu salud financiera es no separar los gastos personales de los pagos comerciales.

Para que una empresa sea sostenible, primero es necesario pagar el trabajo de los empleados, cubrir todas las deudas, liquidar a los proveedores, reservar un pequeño fondo, invertir en desarrollo y luego disponer del dinero restante.

3. Controla los gastos fijos y variables

Los costos fijos de tu negocio permanecerán iguales sin importar cuánto vendas. Estos pueden incluir el pago de renta del local, servicios, materia prima, empleados, etcétera. Los costos variables, por otro lado, pueden ser más difíciles de precisar, ya que estos fluctúan según su producción o ventas.

Es fundamental contabilizar ambos y separarlos entre sí para estimar cuánto gastas a lo largo del tiempo. Así como tienes claro cuánto necesitas ganar para cubrir tus gastos personales, cuando se trata de tu negocio también debes tener esa información y la certeza de poder cumplirlo.

4. Realiza un seguimiento de tu rendimiento

Esta es la regla principal de cualquier estrategia financiera: conocer el precio real de cada uno de los productos o servicios que ofreces en tu negocio y evaluarlo en términos de rentabilidad comercial.

Por ejemplo, si lanzas una campaña en redes sociales para promover una nueva bebida en tu cafetería, debes saber el costo que representará atraer a más clientes, cuánto más necesitarás invertir en insumos, mobiliario o personal para atender a los clientes nuevos que lleguen, etc.

5. Ten una rutina financiera en tu agenda

Establece en tu agenda los pasos y acciones regulares para mantener un control efectivo sobre las finanzas de tu emprendimiento. Incluye actividades como registrar y clasificar ingresos y gastos, checar tus cuentas bancarias, monitorear el flujo de efectivo, establecer y revisar presupuestos, pagar facturas y cumplir con obligaciones fiscales y legales.

Al seguir una rutina financiera, lograrás construir unas finanzas poderosas, teniendo una mayor organización y control de los ingresos y egresos de tu emprendimiento, además podrás visualizar posibles problemas con anticipación y tomar decisiones informadas para impulsar tu proyecto.

6. Administra y paga tus deudas a tiempo

Para que tu empresa sea financieramente estable es importante evitar las deudas que no puedes pagar. Tal vez esa cafetera de última generación te robó el corazón, pero si aún no tienes certeza de que la cantidad de cafés que venderás te va a permitir cubrir la mensualidad del pago, comprarla no es una buena decisión financiera.

Esto aplica a todos los gastos que necesites hacer en tu negocio. No puedes dejar de pagar la luz o a tus empleados para cubrir deudas innecesarias.

7. Aprende sobre temas fiscales

Uno de los aspectos más críticos de la salud financiera es comprender el tema fiscal. Los impuestos son una constante en la vida de los emprendedores y si no tienes claro cómo funciona y cómo puedes hacerlos más llevaderos, pueden restarle una parte fundamental a tus ganancias. Recuerda, tu margen de utilidad siempre debe ser después de impuestos.

8. Crea un fondo de emergencia

Por supuesto, las estrategias financieras son buenas, pero nadie tiene inmunidad contra cambios repentinos en tu nicho. Por eso, es fundamental contar con un fondo de contingencia que te permita mantenerte a flote hasta en tiempos complicados o de transición.

Asegúrate de que tu fondo de emergencia se encuentre dentro de una institución financiera confiable y segura, donde además puedas obtener rendimientos para que tu dinero esté protegido ante la inflación.

Conclusión

Como habrás visto en este artículo, tener salud financiera en lo personal es una base importante al emprender, pero esos buenos hábitos deben reflejarse también en tu negocio.