El problema de vender solo por redes sociales

Instagram, Facebook o TikTok son hoy canales de venta imprescindibles para cualquier emprendedor. Sin embargo, la falta de estrategia, el gasto de tiempo y la imposibilidad de gestión de envíos y pagos, entre otros, muestran que vender solo por redes sociales es un gran problema.

El otro día, mientras tomaba una taza de té y cerraba algunas cosas de mi negocio, me encontré con una estadística impactante: según el GEM, América Latina registra algunas de las Tasas de Actividad Emprendedora Temprana (TEA) más altas del mundo. Pero, al mismo tiempo, apenas entre el 20% y el 30% sobrevive los primeros 3 años, de acuerdo con datos de ASEM y Confecámaras.

Eso es, en parte, porque muchos caen en un problema muy común: creer que vender solo por redes sociales es suficiente.

Por eso, hoy quiero que esta columna pueda desmitificar la idea de que las redes sociales son la gran panacea para vender. 

Un primer paso equivocado

Hoy en día, la mayoría de los emprendimientos comienzan por las redes sociales. Parecería que el primer paso es, casi sin dudas, sacar fotos a tus productos y publicarlos en un perfil de Instagram. Yo misma empecé así mi marca, pero muy rápido me di cuenta que ese modelo no era escalable.

De hecho, la Encuesta Global de Emprendimiento 2025 de GoDaddy mostró que más del 80% de los emprendedores considera las redes sociales como canales fundamentales para comercializar productos o servicios.

Pero, sin embargo, el NubeCommerce muestra que 57% de los emprendedores y micro, pequeñas y medianas empresas carece de una estrategia de ventas.

Empezar allí (o solo allí) es un paso equivocado. Quienes estamos en el rubro hace ya algunos siglos, sabemos lo que cuesta ser novatos en el emprendimiento. También nos enfrentamos a tener una gran idea y no saber cómo llegar a más personas. Fuimos a incontables bazares teniendo pocas ganancias y hasta pagamos comisiones exorbitantes con tal de que nos dejaran vender nuestros productos en tiendas físicas que hoy… Ya ni existen.

Y aun con todo eso, logramos grandes cosas. Mi marca, por ejemplo, fue pionera en el streetwear mexicano y salió en incontables revistas de moda y estilo de vida de renombre.

¿Cómo se logra este éxito apoteósico en el que tu negocio te sostiene y puedes finalmente vivir de él? La respuesta corta es: no solo vender a través de redes sociales. Pero vamos a desmenuzar esto para entenderlo mejor.

De la tienda online a las redes sociales

Hace ya casi 20 años, el e-commerce no era algo que realmente se conociera o fuera popular. Me tomó incontables madrugadas entender cómo se hacía una tienda en línea. Créanme que entendí la frase tan popular de las abuelitas que dice “la verdadera escuela es la vida”. 

Y mientras varias hadas (y hados) madrinas nos ayudaban a caminar con nuestras tiendas en línea, los emprendedores nos topamos con unas cosas que estaban empezando y se llamaban redes sociales.

Primero Facebook, luego Twitter y después Instagram. Especialmente en esta última podíamos mostrar fotos de forma muy estética y atractiva, ¡como si fuera un escaparate en una tienda departamental!

Empezamos a subir contenido, no solo de nuestras vacaciones con amigos, sino de lo que estábamos ofreciendo con nuestra marca. Hicimos nuestros perfiles y la magia comenzó: numerosas personas llegaban a nuestra tienda online y compraban. Así fue como encontramos la forma perfecta de redondear un embudo de ventas exitoso.

El error de quedarse en el “primer nivel”

Desgraciadamente, la digitalización acelerada desde 2020 invirtió el camino que habíamos hecho los primeros emprendedores exitosos. Como había pocas plataformas para crear tus propias tiendas en línea, y poca gente que supiera hacerlas, lo más fácil fue solo quedarse en el primer nivel de interacción con tu público: las redes sociales.

Vender solo por redes sociales te va a dar muchos dolores de cabeza, pues no soluciona los problemas fundamentales de vender online. Por eso es que seguramente se te hace muy cansado.

Veamos algunos problemas de vender solo por redes sociales:

• No te permiten gestionar envíos ni pagos automatizados en el mismo entorno de la venta (que son las mayores barreras para los emprendedores cuando quieren vender online, piensa cuánto tiempo te lleva en ver si tus clientes ya depositaron o no cuando solo vendes por mensajes en redes).
• Tienes que estar incontables horas contestando mensajes para que solo un porcentaje te compre.
• El día no te da para hacer numerosas piezas de contenido que atraigan compradores, cuando con una tienda online podrías estar atrayendo muchos más clientes con solo un SEO bien hecho.
• No las estás usando estratégicamente como un eslabón clave para una estrategia de anuncios pagados.

Vender solo por redes sociales nunca es la mejor respuesta, pues no tiene todo lo que aporta una tienda en línea propia, y a nivel estratégico no te ayuda a optimizar tu ecosistema de ventas.

De hecho, el Estudio de Redes Sociales 2024 de Metricool mostró que Instagram y Facebook son las redes sociales con menor cantidad de interacciones por seguidor.

Vender por internet… y VENDER POR INTERNET

Para mí fue un proceso muy orgánico entender que para hacerlo era necesario una página web (una de tipo tienda en línea, para poder cobrar por tus productos). Gracias a ella tienes un escaparate —igual que en una tienda física, pero en el mundo digital— con “estantes” para que tus clientes recorran tus productos, promociones y descuentos como en las temporadas de sale en cualquier tienda común.

Pero, sobre todo, cuentas con un recorrido pensado para que el cliente vaya adicionando productos a su carrito, en el que constantemente le recuerdas que siempre puede agregar más. Todo con miras a que su vida sea más feliz por tener más cosas de tu marca, claro, ¡no crean que es solo por vender!

Aunque tuvimos grandes aciertos en la creación de nuestra marca (como prendas muy innovadoras) y nos atrevimos a hacer grandes apuestas, el verdadero crecimiento fue cuando empezamos a vender en línea, por 3 razones que ningún otro canal de venta te puede ofrecer:

• Llegamos a muchísimas más personas en todo del mundo que en cualquier punto de venta físico que alguna vez hayamos estado.
• Dejamos de gastar en comisiones de venta que había que darle a otras tiendas y nos ahorramos renta de espacio físico, luz, agua y mantenimiento que requiere una tienda brick-and-mortar. Todo eso lo invertimos en publicidad y anuncios online para crecer más.
• Tenemos más control sobre toda la experiencia de compra de nuestros clientes, lo que hizo que pudiéramos reforzar nuestro branding y posicionamiento y así poder conectar y fidelizar mejor a nuestra audiencia.

Todo esto nos permite subir nuestra utilidad.

Por eso no es lo mismo vender por internet —únicamente a través de redes sociales, donde juegas en “terreno ajeno” y pierdes tiempo y oportunidades— que VENDER POR INTERNET —en una tienda en línea—.

Redes sociales: un medio, no un fin

Las redes sociales deberían ser solo un medio para lograr ventas, no el fin. Y si bien es cierto que es recomendable usarlas como un canal de venta, tu estrategia no debería centrarse en ellas, deberían ser un complemento o hasta una herramienta adicional (como Instagram Shops) para concretar las ventas.

Lo verdaderamente importante de esta historia es que el destino final para nuestros compradores nunca fueron Instagram ni Facebook. Siempre tenemos que llevárnoslos de ahí a nuestra tienda en línea, es algo que apliqué con mi marca y hoy le digo a todos mis clientes.

Porque, de acuerdo con el UX (User Experience, hoy lo sabemos más a nivel teórico que antes), llevarlos a un entorno único y exclusivo de compra los envuelve más en tu universo de marca y los hace concentrarse más en tu venta y en subir así tu ticket promedio.

Hace 20 años, el camino era comenzar con una tienda online. Fast-forward a hoy: ya no tienes pretexto para no vender a través de tu tienda online. Hoy existen plataformas que te hacen la vida muy fácil para crear tu propia tienda en línea, con incontables herramientas para crear toda la estructura que siempre soñaste.

Tu negocio no termina en las redes sociales. Allí es, apenas, el punto de partida.