Publicidad y propaganda: sus 6 diferencias principales

La publicidad y propaganda son términos que suelen ser utilizados como sinónimos, sin embargo, no lo son. Cada uno de ellos responde a un objetivo y mensaje distinto en marketing. En este artículo vas a aprender las similitudes, pero principalmente la diferencia entre publicidad y propaganda.
Publicidad y propaganda son dos conceptos que la gente suele confundir entre sí. Aunque comparten algunas cosas en común, tienen objetivos y diferencias específicas que hacen único cada concepto.
Ambas son acciones de comunicación que quieren dar a conocer y distribuir un mensaje. Y con esto, lograr persuadir a un público para que reaccione (por ejemplo, con la publicidad, comprando un producto) o cambie una conducta (mediante la propaganda).
Aún así, son más los aspectos que las diferencian y es clave identificarlos para poder dirigirte de manera exitosa a tu audiencia.
En este artículo vas a conocer cuál es la diferencia entre publicidad y propaganda, y cuáles son las características de cada una junto con ejemplos históricos para que no te queden dudas.
Las 6 diferencias entre publicidad y propaganda
En este cuadro comparativo vas a poder ver de manera clara y resumida las diferencias entre publicidad y propaganda.
Analicemos en detalle los aspectos más importantes para hacer la diferenciación entre publicidad y propaganda.
1. Nombre
La más básica radica en su significado y de dónde viene cada palabra.
Propaganda
Propaganda viene de “propagar”, en caso de este tipo de comunicación, sería propagar una ideología, por ejemplo. De ahí es de donde nace la propaganda, justamente: de la idea de hacer que un concepto se multiplique sin necesidad de que esté relacionada a un producto, sino más buen a una causa política, social, militar o religiosa.
La creación del término viene de la Iglesia católica, específicamente a la Sacra Congregatio de Propaganda Fide establecida por el Papa Gregorio en el siglo XVII, con el propósito de difundir la palabra de Jesucristo y el Evangelio. Sin embargo, sus orígenes históricos se remontan a la antigüedad, con las primeras propagandas conocidas en el siglo III a. C.: los Edictos de Ashoka.
"La propaganda es el intento organizado, a través de la comunicación, de afectar creencias o acciones o inculcar actitudes en una gran audiencia de manera que evite o suprima el juicio racional, reflexivo e suficientemente informado del individuo"
Publicidad
Publicidad, en cambio, está asociada a “publicitar” o hacer pública determinada información, branding o características sobre una marca o producto y generalmente, tiene un enfoque comercial.
El término “publicidade” (del latín “publicus”) se registró por primera vez en lenguas modernas con un sentido jurídico (“publicidad de debates”) en el siglo XVII, y solo en el siglo XIX adquirió su significado comercial actual, refiriéndose a cualquier forma de divulgación de productos o servicios, generalmente pagada y bajo la responsabilidad de un anunciante.
2. Objetivos
Otra marcada diferencia entre publicidad y propaganda son sus objetivos.
- La publicidad busca persuadir a los consumidores a comprar un producto o servicio, o mejorar la imagen de una marca. Para esto, utiliza un marco ideológico ya existente para plantear un problema que se soluciona a través del producto o servicio que publicita. Le dice a las personas qué comprar.
- En cambio, la propaganda busca influir en las creencias o actitudes de las personas, promoviendo una ideología, un sistema de valores o una causa. Para eso, instala una verdad en busca de modificar un comportamiento. De hecho, el contenido de la propaganda puede incluir información objetiva, rumores, medias verdades, argumentos e incluso mentiras. Le dice a las personas qué pensar.
En síntesis: mientras que la publicidad genera transacciones comerciales, la propaganda intenta provocar un cambio social, político o cultural.
3. Dimensión
Las empresas pueden hacer publicidad, pero no tienen a su alcance la posibilidad de hacer propaganda, ya que es muy difícil que cuente con los medios necesarios para activar un mecanismo que resulte en un cambio de consciencia por sí sola, ya que este tipo de comunicación involucra un cambio significativo en la mentalidad o creencias de las personas. Está más relacionada con un objetivo tangible: aumentar las ventas o fortalecer la marca en un mercado determinado.
La propaganda es más común en instituciones gubernamentales, organizaciones políticas o grupos religiosos. Esto se debe a que el cambio ideológico a gran escala requiere una inversión a nivel de países, no de empresas, para que funcione: la verdadera propaganda necesita de un poder institucional.
4. Contexto
El público, la audiencia y el contexto al que llegan es otra de las características que diferencian a la publicidad y la propaganda.
La publicidad está dirigida a consumidores y se diseña para diferentes segmentos de mercado, dependiendo de las características del público objetivo (edad, género, ubicación, etc.). Tiene un enfoque determinado y específico. Por eso es que las empresas tienen un mayor control: deciden qué decir, cómo y a quién dirigirse. Además, medir su éxito es simple: la cantidad de ventas dice si fue efectiva.
La propaganda, por su parte, está generalmente dirigida a un grupo más amplio con el propósito de influir en sus valores o creencias, a menudo en situaciones donde existe una tensión política, social o moral. Apunta a influir en la opinión pública en general o en la sociedad en su conjunto. El control en este caso es menor: entender una influencia en acciones, comportamientos y pensamientos no se puede hacer de forma cuantitativa.
Dentro de esta diferencia asociada al target, encontramos las dimensiones y los ámbitos que las dos tocan. La publicidad apunta a contextos asociados a la marca, publicidad de negocio a negocio e incluso al marketing directo. La propaganda está enfocada en ámbitos políticos, religiosos, sociales, e incluso, bélicos.
Mientras que la propaganda apunta a un público general inmerso en un contexto o momento específico, la publicidad se diseña para apelar a un público consumidor específico.
5. Temporalidad
Otra área de divergencia se relaciona con su vigencia temporal. La propaganda suele tener más durabilidad que la publicidad porque apunta a que una idea y sus argumentos queden en la mente de su público.
La publicidad, en cambio, tiene un objetivo más limitado y, por ejemplo, las necesidades o comportamiento del consumidor pueden no ser los mismos a lo largo del tiempo. De allí que su durabilidad sea menor.
6. Técnica de persuasión
La técnica de persuasión es una importante diferencia entre publicidad y propaganda:
- En la publicidad generalmente apela a beneficios concretos del producto o servicio.
- La propaganda utiliza retórica emocional, símbolos y narrativas que apelan a los sentimientos o ideologías profundas de la audiencia.
Similitudes entre publicidad y propaganda
Aunque la publicidad y la propaganda tienen objetivos distintos —una enfocada en el consumo y la otra en la persuasión ideológica o social—, comparten varias características que las acercan como herramientas de comunicación estratégica. A continuación, repasamos sus principales similitudes:
- Ambas son formas de comunicación: tanto la publicidad como la propaganda transmiten mensajes intencionados hacia un público específico.
- Tienen objetivos definidos: aunque diferentes, ambas persiguen metas claras —ya sea vender un producto o convencer sobre una idea.
- Requieren una estrategia detrás: no se comunican al azar, sino que diseñan planes para alcanzar sus metas de forma eficaz.
- Usan múltiples recursos expresivos: símbolos, imágenes, videos, sonidos y música son elementos que ambas utilizan para captar la atención del público.
- Comparten técnicas de persuasión, entre ellas:
- Identificación: un personaje público (por ejemplo, un influencer) promociona un producto o una causa. El personaje tiene una voz autorizada para hablar del tema y apunta a crear un vínculo de empatía con el público.
- Repetición: más allá de la diferencia entre publicidad y propaganda, esta técnica puede servir a ambas para anclarse en la mente de la audiencia.
- Creación de slogans: es una técnica muy útil para que el público logre vincular ciertas ideas con una marca, producto o ideología.
- Modificación de la realidad: ambas utilizan la exageración de la realidad o la distorsión de la realidad al destacar solo los aspectos positivos y minimizar los negativos de un prodcuto/servicio o idea.
Publicidad y propaganda: ejemplos
Examinemos algunos ejemplos históricos y conocidos que nos ayudarán a comprender mejor los puntos de diferencia que acabamos de nombrar.
3 ejemplos de propaganda
“I Want You” del Tío Sam
En lo que respecta a propaganda, uno de los ejemplos más clásicos es la siguiente imagen:
Pero, ¿de dónde viene? Esta propaganda fue diseñada en 1917, en tiempos de la Primera Guerra Mundial, cuando se necesitaba reclutar más soldados.
Durante los tiempos de guerra, las imágenes de propaganda fueron un instrumento clave. De hecho, el cartel tuvo tanto éxito que se volvió a usar en la Segunda Guerra Mundial.
Esta gráfica fue diseñada por James Montgomery Flagg. Curiosamente, es el propio publicista el que aparece en el cartel, aunque con barba y algunos rasgos que no permitían diferenciarlo.
En realidad, él buscaba imitar al Tío Sam, que era la representación del carnicero que llevaba carne a los soldados del ejército en el Norte de Nueva York, utilizando la técnica de identificación.
“Quit Smoking”, en formato videojuego
En el siguiente ejemplo de propaganda, una campaña de concientización contra el consumo de tabaco:
Es posible identificar que se trata de una campaña social, con el objetivo de promover un mensaje de salud y cuidado personal.
Esta imagen de propaganda hace referencia al juego Breakout de Atari. La paleta horizontal es el cigarrillo que va consumiendo cada uno de los puntos que componen a los pulmones.
En la zona aparece el mensaje simple y claro: Quit Smoking (“deja de fumar”). Se trata de una fuerte declaración antitabaco donde el game over (“juego terminado”) implicaría la muerte.
“We Can Do It!”, un símbolo feminista
Ahora pasemos a un ejemplo de propaganda político-social:
Mundialmente famosa, la imagen de We Can Do It! (“nosotras podemos hacerlo”) corresponde a un póster creado por J. Howard Miller, en 1943, para Westinghouse Electric y perseguía el objetivo de levantar la moral y el ánimo de las mujeres que trabajaban allí.
Posteriormente, a inicios de la década de 1980, la pieza se resignificó y pasó a formar parte del movimiento feminista de empoderamiento de las mujeres.
3 ejemplos de publicidad
Llegó el momento de ver algunos ejemplos de publicidad.
Coca-Cola: “No hay nada igual”
Esta publicidad permite observar cómo, incluso en tiempos similares a los del primer ejemplo del apartado anterior, la publicidad y la propaganda apuntan a objetivos diferentes.
Mientras que una buscaba soldados para el ejército, la otra apuntaba a que los consumidores compraran una botella de Coca–Cola.
Incluso la publicidad de Coca–Cola tiene más mensajes además de su slogan “Drink Coca-Cola”. Estos funcionan como descripción del producto para finalmente persuadir al lector del periódico a que consuma la bebida.
Bimbo: lo visual como recurso
Más allá de la diferencia entre publicidad y propaganda, ambas suelen utilizar los efectos visuales, como en el siguiente ejemplo:
El objetivo es promocionar el Pan Bimbo como un alimento rico y nutritivo, por eso, el foco está puesto en el beneficio de su preparación a base de leche.
Además, las manos que lo sostienen son las de un niño, con lo cual se transmite la idea de que es una opción saludable para los más chicos.
Miracle Whip: irresistible hasta para las papas fritas
En este caso, el producto publicitado es el aderezo Miracel Whip —aquí en su versión alemana Miracel Whip— se ve una gran porción de papas fritas que adoptan la forma de una mano humana para tomar el envase.
Es interesante su slogan “Irresistible para papas fritas”, que busca decir que son ellas mismas quienes no pueden resistirse al producto, para generar el mismo deseo en el consumidor que ve la publicidad.
Al momento de empezar a construir los mensajes para tu marca, es clave entender la diferencia entre publicidad y propaganda. ¿Para qué? Para asegurarte de que estás eligiendo la temática, el tono y los mensajes correctos.
Tus anuncios publicitarios tienen que buscar la identificación con tu marca, adquirir tus productos o contratar tus servicios. Aunque eso no quita que no puedas involucrarte en causas, como el cuidado del medioambiente.
Por ejemplo, es posible comunicar que tus productos se envían en sobres compostables. Esto, incluso, puede ser aprovechado para llevar al público a que compre en tu tienda.
Ahora que ya aprendiste lo necesario para poner en práctica la comunicación de tu marca, es hora de crear tu tienda online con Tiendanube. Abrir tu propio espacio online va a permitir que tus clientes lleguen a un espacio que muestre la esencia de tu marca gracias a tus anuncios publicitarios. ¡Emprende hoy mismo!