Propuesta comercial: ¿cómo crear una que cierre negocios?

Emprendedora presentando una propuesta comercial a través de una videollamada desde su tablet.

Una propuesta comercial es un documento que comunica de forma clara y estratégica la oferta de productos o servicios a un posible cliente. Además de incluir precios o características, permite resaltar el valor diferencial de una marca y facilitar el cierre de un negocio.


¿Cuántas veces has sentido que tenías al cliente casi en el bolsillo, pero la conversación se enfrió justo después de enviar tu propuesta comercial? No es casualidad. Algunos emprendedores, freelancers y empresas pierden oportunidades valiosas porque su oferta no conecta, no convence o simplemente no se entiende.

Piensa en la propuesta comercial como tu carta de presentación, tu pitch de ventas por escrito y, en muchos casos, la única oportunidad para cerrar el trato sin estar presente.

No importa si ofreces servicios creativos, soluciones tecnológicas o productos físicos, saber cómo estructurar un formato claro, personalizado y persuasivo te ayudará a ganar clientes.

En este artículo aprenderás qué debe tener una buena propuesta comercial. También te daremos ejemplos, pasos prácticos para crearla, elementos que puedes contemplar y recomendaciones para que tu próxima presentación sea irresistible.

¿Qué es una propuesta comercial?

Una propuesta comercial es un documento que presenta de forma clara y formal una oferta de productos o servicios a un cliente potencial. Más que informar, busca persuadir e impulsar el cierre de un acuerdo. Por eso, se considera una herramienta estratégica de venta: convierte una oferta en una solución con valor concreto para quien la recibe.

Puede enviarse después de una reunión inicial, como respuesta a una solicitud de cotización o incluso en una presentación en frío para abrir nuevas oportunidades de negocio.

Lo esencial es que comunique qué se ofrece, cómo se trabaja, cuánto cuesta y por qué esa solución representa la mejor opción.

Diferencias entre propuesta comercial y oferta comercial

Aunque están relacionadas porque todas comunican una solución con fines comerciales, cada una tiene un enfoque distinto:

  • La oferta comercial se enfoca principalmente en el precio y las condiciones de un producto específico.
  • La propuesta de servicios detalla el alcance, las actividades y la metodología de un servicio profesional.
  • La propuesta comercial, en cambio, puede incluir ambos elementos, pero su verdadero valor está en conectar con las necesidades del cliente y mostrar cómo la solución ofrecida las resuelve de manera efectiva.

Beneficios de una propuesta comercial única: Conecta desde el primer momento, refuerza tu posicionamiento, aumenta las probabilidades de cerrar, transmite confianza y profesionalismo y te diferencia de la competencia.

Elementos clave de una propuesta comercial

Una propuesta efectiva no tiene que ser extensa, pero sí estratégica. Su estructura debe cumplir un propósito claro: informar, persuadir y facilitar la decisión de compra. Estos son algunos elementos esenciales que puedes adaptar según tu tipo de negocio:

Información de contacto y presentación

Incluye los datos básicos de tu negocio (nombre, logo, correo, medios de contacto) y también los del cliente. Acompáñalo con un saludo personalizado y una introducción que demuestre que conoces su contexto o necesidad.

Descripción del producto o servicio

Explica qué estás ofreciendo sin dar rodeos. Usa un lenguaje directo, sin tecnicismos innecesarios. Deja claro qué es, cómo funciona y por qué puede ser justo lo que el cliente necesita.

Propuesta de valor

Responde la pregunta: ¿por qué deberían elegirte? En lugar de enfocarte en lo que haces, destaca los beneficios concretos que obtiene el cliente. Conecta tu solución con sus metas o necesidades reales.

La percepción de valor es clave. Según PwC, el 40% de los consumidores está dispuesto a cambiar sus marcas preferidas por opciones más asequibles cuando siente que no recibe una buena relación calidad-precio.

Esto confirma que no se trata únicamente de competir por precio, sino de comunicar con claridad por qué lo que ofreces vale lo que cuesta.

Alcance y entregables

Deja claro qué incluye tu propuesta (y qué no). Define tiempos, etapas y condiciones relevantes.

Inversión

Presenta el precio como una inversión. Puedes desglosarlo, mostrar opciones o incluir comparativos si es útil. Sé transparente, pero también estratégico en cómo lo comunicas.

Según Euromonitor, aunque factores como la calidad, la conveniencia y el precio siguen influyendo en la decisión de compra, la expectativa actual de los consumidores es clara: buscan valor agregado. Por eso, no basta con justificar el costo; hay que demostrar lo que realmente ganan al elegirte.

Garantías o beneficios adicionales

¿Ofreces soporte posventa, revisiones sin costo o tiempos de entrega cortos? Aquí puedes sumar valor sin tocar el precio.

Llamado a la acción (CTA)

Cierra tu propuesta comercial con un mensaje claro: qué debe hacer el cliente si quiere avanzar. Puede ser programar una reunión, firmar, responder un correo o incluso pagar en línea si ya estás listo para vender.

Firma o agradecimiento final

Termina con una frase amable, tu nombre y cargo. Si la envías como PDF, considera agregar tu firma escaneada para mayor cercanía.

Tipos de propuestas comerciales

No todas las propuestas comerciales se crean igual. No es lo mismo hablarle a una gran empresa que a un cliente independiente, ni enviar una cotización por WhatsApp que presentar una oferta formal por correo.

La forma, el tono y el nivel de detalle cambian según el negocio, el tipo de clientes y el canal por el que la vas a compartir.

Por eso, antes de escribir, pregúntate: ¿qué necesita esta persona para decir que sí? A partir de ahí, elige el tipo de propuesta que mejor se ajuste a ese objetivo:

Propuesta de productos

La clave está en mostrar lo que vendes de forma clara, atractiva y sin rodeos.

Este tipo de propuesta comercial se enfoca en presentar uno o varios productos con sus especificaciones, beneficios, precios y condiciones de venta.

Es común en negocios que ofrecen ropa, cosméticos, alimentos o artículos para el hogar, y buscan facilitar una decisión rápida de compra.

Propuesta de servicios

Si además del resultado, vendes una experiencia.

En lugar de enfocarse en el “qué”, este tipo de propuesta responde al “cómo”. Describe el proceso paso a paso, explica cómo trabajas, qué entregas en cada fase y cómo se verá el progreso.

Funciona muy bien para servicios creativos, asesorías, consultorías o cualquier negocio que implique acompañamiento y resultados medibles.

Propuesta personalizada vs. genérica

No es lo mismo enviar algo hecho a la medida que copiar y pegar.

Las propuestas personalizadas responden a los objetivos, dolores y contexto de cada cliente. Funcionan muy bien cuando hay que construir confianza, como en ventas consultivas o procesos largos.

En cambio, las propuestas genéricas se usan cuando se trabaja con alto volumen o con productos estandarizados. Ahorran tiempo, pero sacrifican impacto: difícilmente harán que te elijan por eso.

Propuesta formal vs. informal

La forma también comunica.

Una propuesta formal suele presentarse en PDF, con diseño cuidado, estructura clara y un tono más técnico o corporativo. Transmite seriedad y es ideal para clientes grandes o procesos estructurados.

La propuesta informal, en cambio, puede ser un e-mail bien escrito, directo y con buena ortografía. Es ágil, cercana y funciona muy bien para negocios pequeños o para impulsar decisiones rápidas.

Propuestas digitales interactivas

Cuando la propuesta también vende.

Cada vez más negocios están dejando atrás el PDF para usar formatos más dinámicos: desde una página en Notion o Canva, hasta una landing page diseñada para cerrar ventas.

Este tipo de propuesta permite incluir videos, testimonios, botones de acción y otros recursos que hacen más fácil y atractivo decir que sí.

💡 Lo importante es que la propuesta comercial refleje el valor de tu negocio y que esté alineada con lo que espera tu cliente.

¿Qué tipo de propuesta te conviene según tu negocio?

¿No sabes si enviar algo formal o algo más ágil? Este cuadro te muestra cuándo usar cada tipo de propuesta y qué formato te conviene.

Tipo de propuesta ¿Cuándo usarla? Ventaja principal Formato recomendado Ideal para…
De productos Cuando vendes bienes físicos que no requieren acompañamiento Facilita una decisión rápida con información clara PDF o enlace con tabla de productos Tiendas online, distribuidores, marcas físicas
De servicios Si además del resultado, vendes una experiencia Muestra el valor del proceso, no sólo el precio Documento estructurado con ejemplos o casos Freelancers, agencias, consultores
Personalizada Cuando conoces al cliente y entiendes su contexto Se ajusta a sus necesidades reales y genera confianza Documento adaptado, con lenguaje cercano Proyectos a medida, ventas consultivas
Genérica Si haces envíos masivos o el producto es muy estándar Ahorra tiempo y permite escalar el alcance Plantilla editable o email base E-commerce B2B, catálogos digitales
Formal Si el ticket es alto o el cliente lo exige Refuerza la percepción de profesionalismo y estructura PDF bien diseñado o presentación corporativa Licitaciones, empresas grandes, instituciones
Informal Cuando hay confianza previa o la venta es rápida Agiliza la conversación sin perder claridad Email estructurado o mensaje directo Emprendimientos pequeños, clientes habituales
Interactiva/digital Si quieres destacarte o mostrar contenido dinámico Aumenta el interés con elementos visuales y seguimiento Propuesta en Notion, Canva, landing o DocSend Servicios creativos, tecnología, ventas internacionales

Cómo hacer una propuesta comercial paso a paso

Buena, clara y hecha a la medida. Así debería ser toda propuesta comercial. En esta guía te mostramos cómo armar la tuya en 7 pasos para que conecte con tu cliente y te ayude a cerrar más ventas:

Entender qué busca tu cliente

Antes de escribir la primera línea de tu propuesta comercial, identifica quién es, qué necesita y qué problema quiere resolver. Esa información te ayudará a escribir con claridad y a generar conexión desde el primer párrafo.

Si ofreces gestión de redes sociales, revisa si la marca ya publica contenido y cómo interactúa con su audiencia.

Si vendes productos, analiza qué tipo consume (por ejemplo, revisa sus compras anteriores o lo que comenta en redes) y detecta si prioriza el precio, la calidad o la rapidez en la entrega.

Definir el objetivo de tu propuesta comercial

Una vez que entiendes lo que el cliente necesita, define qué quieres lograr con tu propuesta: ¿cerrar una venta, programar una reunión o quedar en el radar como proveedor? Tu objetivo debe estar alineado con sus prioridades, pero también con tu estrategia comercial.

💡 Si estás comenzando, tu primera meta puede ser conseguir una reunión en lugar de cerrar un contrato inmediato. Es una forma efectiva de abrir la puerta y generar confianza.

Adaptar el tono y el formato

¿Le estás hablando a una gran empresa o a un emprendedor? ¿Prefiere algo formal o un mensaje directo por e-mail? Ajusta el lenguaje de tu propuesta comercial, el diseño y el medio según el perfil del cliente.

Puedes usar herramientas como Canva, Notion o Google Docs para crear propuestas atractivas, claras y fáciles de compartir.

Presentar tu solución de forma clara

Explica qué ofreces, cómo lo haces y qué puede esperar el cliente. Evita descripciones genéricas como “servicio de alta calidad” o “excelente atención”: sé concreto, directo y enfócate siempre en los beneficios.

  • Si vendes un producto: “Entrega en 24 horas, sin mínimo de compra y con garantía de devolución”.
  • Si ofreces un servicio: “Diseñamos tu tienda online en 10 días, con pasarelas de pago, catálogo fácil de actualizar y diseño adaptable a cualquier dispositivo”.

Incluir evidencia o respaldo

Agrega testimonios, resultados o ejemplos de trabajos similares. No necesitas algo extenso: basta con mostrar lo necesario para generar confianza.

💡 “Hemos trabajado con marcas como X y Y. Aquí puedes ver un ejemplo de los resultados que obtuvimos”.

Dejar claro el precio y las condiciones

Evita rodeos: indica el precio, qué incluye, tiempos de entrega, número de revisiones (si aplica) y cualquier condición especial.

Puedes usar tablas, viñetas o bloques visuales para hacerlo más fácil de leer..

Cerrar con un llamado a la acción

No des por hecho que el cliente sabrá qué hacer. Indica el siguiente paso de forma clara y directa:

“Si estás listo para avanzar, responde a este correo y coordinamos la fecha de inicio” o “Puedes aceptar la propuesta haciendo clic en el siguiente botón”.

Ejemplos de propuesta comercial

A continuación, te mostramos dos ejemplos prácticos para que veas cómo adaptar tu propuesta comercial según el tipo de negocio que tengas: uno para servicios profesionales y otro para productos físicos. Puedes usarlos como guía para estructurar la tuya.

Propuesta comercial de servicios

Caso Consultora en marketing digital para pequeñas marcas
👤 Cliente María López – Fundadora de “Café Aroma”
🎯 Servicio ofrecido Plan de marketing digital para posicionar su cafetería en redes sociales.
Hola María, Gracias por considerar nuestros servicios para fortalecer la presencia digital de Café Aroma. Hemos creado una propuesta pensada para ayudarte a aumentar tu visibilidad y atraer más clientes a tu local.

Ejemplo propuesta comercial de servicios.

Propuesta comercial de productos

Caso Marca de productos de belleza que distribuye a tiendas y salones
👤 Cliente Valentina Gómez – Propietaria de Beauty Lounge Spa
🎯 Producto ofrecido Lote inicial de productos faciales y capilares para reventa
Hola Valentina, Gracias por tu interés en nuestra línea profesional de belleza. Te compartimos esta propuesta pensada para el relanzamiento de tu spa, con referencias destacadas y precios especiales por volumen.

Ejemplo propuesta comercial de productos.

⭐️ Estos dos modelos muestran que una propuesta comercial clara y directa puede adaptarse fácilmente a distintos sectores. Lo importante es hablarle al cliente con precisión, resolver sus dudas antes de que las formule y dejar claro cómo se ve el siguiente paso.

Cómo presentar tu propuesta para lograr un sí

Saber cómo y cuándo enviar tu propuesta comercial —y qué decir en ese primer contacto— puede aumentar significativamente tus posibilidades de recibir una respuesta afirmativa.

Te compartimos recomendaciones para que tu propuesta sea percibida como una opción seria, clara y profesional.

Elegir el momento adecuado

Enviar tu propuesta justo después de una reunión o llamada (cuando el interés está alto) aumenta las probabilidades de éxito. Si dejas pasar varios días, corres el riesgo de perder el impulso de la conversación.

Acompañar con un mensaje claro

Además del archivo adjunto, incluye un mensaje breve que resuma lo esencial y motive a abrir la propuesta. Usa un asunto atractivo si lo haces por correo:

Asunto: Tu nueva identidad visual lista para arrancar 🚀

Cuerpo: Hola Laura, te envío la propuesta con los detalles del plan para construir la imagen de tu marca. Estoy segura de que este será un gran paso para posicionarte. ¡Avísame si tienes dudas o ajustes!

Reforzar con un CTA específico

Evita cierres genéricos como “quedo atenta”. Indica qué esperas y cuál es el siguiente paso:

“Si estás de acuerdo, puedes confirmarme esta semana y agendamos el inicio para el lunes 22.”

“Haz clic para aprobar la propuesta y programar la entrega.”

Hacer seguimiento sin parecer insistente

Si no recibes respuesta en 3 o 4 días hábiles, envía un mensaje amable que mantenga el interés sin presionar. No repitas el archivo; enfócate en el valor que ofreces:

Hola Óscar, ¿tuviste oportunidad de revisar la propuesta? Si hay algo que quieras ajustar, estaré encantada de conversarlo. ¡Gracias!

Considerar presentarla en vivo

Para proyectos complejos o nuevos clientes, una videollamada puede ayudarte a explicar mejor los detalles, resolver dudas al instante e interpretar reacciones en tiempo real.

💡 Comparte pantalla y guía al cliente por la propuesta comercial. Esa preparación demuestra compromiso y dominio del tema.


Todo lo que necesitas para cerrar un trato es claridad, empatía y una visión que conecte con lo que tu cliente realmente valora.

Las propuestas no fallan por falta de información, sino por no transmitir una intención clara: comprender al cliente, ofrecer una solución con estrategia y evidenciar el impacto real.

Tal vez este sea el momento de volver a mirar esas plantillas que has repetido una y otra vez. Preguntarte si reflejan lo que tu negocio puede lograr. Si no lo hacen, es hora de rediseñarlas para que comuniquen con mayor claridad, estrategia e impacto.

Cada propuesta comercial es una invitación. Asegúrate de que al aceptarla, el cliente sienta que está tomando la mejor decisión.

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