30 ejemplos de habilidades blandas: las más buscadas hoy

- Las habilidades blandas son las competencias interpersonales e intrapersonales que determinan cómo una persona trabaja y se relaciona con los demás.
- En un contexto cada vez más influenciado por la tecnología, estas habilidades destacan porque requieren criterio humano; la tecnología las complementa, no las reemplaza.
- Entre las habilidades blandas más buscadas por empresas están el pensamiento analítico y creativo, la resiliencia, flexibilidad y agilidad, la motivación y autogestión y la curiosidad y aprendizaje continuo.
Mientras el uso de la inteligencia artificial (IA) y de las herramientas digitales son habilidades muy útiles y en auge, el mercado laboral y las empresas también se fijan en aquellas personas que, más allá del conocimiento teórico, resuelven problemas y se relacionarse exitosamente con sus pares. No están en los currículums, pero son igual de importantes: las habilidades blandas.
El término surgió en la década de 1970 en el Ejército de Estados Unidos, a partir de estudios liderados por Paul Whitmore para el Continental Army Command (CONARC). Allí, identificaron que el rendimiento de un equipo no dependía solo de destrezas técnicas, sino también de la forma en que las personas gestionaban emociones, conflictos y coordinación.
En un mundo laboral cada vez más influenciado por la automatización y la inteligencia artificial, estas habilidades no solo mejoran la empleabilidad, sino que se convirtieron en un factor clave para diferenciarse, generar confianza y mantener relaciones de calidad con clientes, equipos y socios comerciales.
Vamos a conocer qué son las habilidades blandas, cómo desarrollarlas y algunos ejemplos. ¡Acompáñanos!
Qué son las habilidades blandas
Las habilidades blandas —también llamadas soft skills, habilidades socioemocionales, habilidades esenciales o, más recientemente, power skills— son un conjunto de competencias sociales e interpersonales, rasgos de carácter y habilidades subjetivas no técnicas que determinan cómo nos relacionamos, colaboramos y resolvemos problemas en distintos contextos.
En la práctica, las habilidades blandas abarcan desde la comunicación efectiva, el trabajo en equipo y el liderazgo, hasta la resolución de problemas, la creatividad y la adaptabilidad. Todas son cruciales para el éxito en distintos ámbitos, incluyendo el laboral y el comercial.
De hecho, un informe de Deloitte Access Economics marca que los empleos intensivos en soft skills crecerán 2,5 veces más rápido que el resto y representarán cerca del 63% de todos los puestos de trabajo para 2030.
Por qué son importantes las habilidades blandas
Con las habilidades blandas, las personas aplican todo su conocimiento técnico en situaciones reales. Apelan a la colaboración, comunicación, creatividad y resolución de problemas para mejorar tanto el rendimiento individual como el colectivo.
En un contexto laboral marcado por la automatización e IA, estas competencias ganan peso porque son difíciles de replicar por la tecnología. Según el Future of Jobs Report 2025 del World Economic Forum, más de la mitad de las competencias que tendrán mayor relevancia hacia 2030 son habilidades blandas, como pensamiento analítico,creatividad, resiliencia, liderazgo, curiosidad y autogestión.
En negocios como el e-commerce, estas habilidades son clave para fidelizar clientes, coordinar equipos remotos y adaptarse a cambios rápidos en el mercado, lo que las hacen un factor crítico para el crecimiento sostenido.
"Las habilidades blandas son la verdadera diferencia entre un profesional competente y un líder excepcional. Al desarrollar estas habilidades, nos conectamos con los demás a un nivel más profundo y auténtico, lo que nos permite influir positivamente en los demás y alcanzar resultados excepcionales en cualquier ámbito laboral"
Diferencia entre habilidades blandas y habilidades duras
En cualquier trabajo —y más aún en un negocio online— las habilidades duras y las blandas se complementan.
Las habilidades duras son todo lo que aprendiste a hacer o a usar: herramientas, tecnologías o procesos específicos. Son competencias técnicas y medibles, adquiridas mediante educación formal, capacitaciones o experiencia.
Las habilidades blandas son los rasgos interpersonales y de pensamiento que desarrollaste con la experiencia: cómo te comunicas con tu equipo, la credibilidad que generas con tus clientes o tu capacidad de resolver problemas bajo presión. Son más difíciles de medir. No dependen de una herramienta o proceso específico, sino de la forma en que interactúas.
La diferencia fundamental reside en su función: las habilidades duras residen en qué se hace (por ejemplo, “una herramienta o desarrollar una actividad”), mientras que las habilidades blandas influyen en cómo se hace (por ejemplo, “ayudar a resolver conflictos y relacionarse con los demás”).
Juntas, forman tu caja de herramientas profesional: las duras te permiten ejecutar tareas concretas y las blandas hacen que esas tareas tengan impacto real. Por ejemplo, puedes dominar una plataforma de e-mail marketing (habilidad dura), pero si no sabes contar una historia que conecte con tu audiencia (habilidad blanda), la campaña difícilmente logre buenos resultados.
30 ejemplos de habilidades blandas
Las habilidades blandas abarcan un amplio rango de competencias interpersonales y cognitivas. Entre las más mencionadas por organismos como el World Economic Forum y consultoras como McKinsey están:
Comunicación y relaciones interpersonales
- Comunicación efectiva: transmitir ideas con claridad, adaptando el mensaje al receptor.
- Empatía y escucha activa: comprender y considerar las perspectivas y emociones de los demás, prestando atención plena a lo que la otra persona comunica.
- Inteligencia emocional: conocer a las personas para mejorar la relación y la comunicación con ellas.
- Negociación: llegar a un acuerdo mutuo aun cuando hay intereses contrapuestos.
- Orientación al cliente: satisfacer las necesidades y expectativas del cliente y sumar valor a los productos y/o servicios.
Colaboración y liderazgo
- Trabajo en equipo: colaborar con otros para lograr objetivos comunes.
- Liderazgo: guiar, motivar e inspirar a un grupo, potenciar sus habilidades y generar impacto positivo en la comunidad o la organización.
- Proactividad: tomar la iniciativa y tener un rol activo en la resolución de problemas y gestión de nuevos proyectos.
- Delegación efectiva: asignar tareas de forma estratégica según las fortalezas de cada persona.
- Facilitación: guiar reuniones o procesos grupales para que avancen de forma productiva.
Pensamiento y resolución de problemas
- Pensamiento analítico: descomponer información y problemas complejos para entenderlos y encontrar soluciones.
- Pensamiento crítico: analizar información y tomar decisiones informadas.
- Pensamiento creativo: generar ideas originales y enfoques innovadores para distintos desafíos.
- Resolución de problemas: identificar obstáculos y encontrar soluciones viables.
- Creatividad: generar ideas novedosas para mejorar procesos o productos.
Adaptación y gestión del cambio
- Adaptabilidad: responder con flexibilidad a cambios y nuevas circunstancias.
- Gestión del cambio: adaptarse a las transformaciones en el ámbito laboral.
- Resiliencia, flexibilidad y agilidad: afrontar adversidades, adaptarse rápido y mantener el rendimiento en entornos cambiantes.
Organización y autocontrol
- Motivación y autogestión: mantener la disciplina y el impulso para alcanzar objetivos sin supervisión constante.
- Curiosidad y aprendizaje continuo: buscar de forma activa nuevos conocimientos y experiencias para mejorar.
- Gestión del tiempo: organizar tareas para cumplir plazos de forma eficiente.
- Gestión del estrés: separar la vida personal de la laboral y encontrar un balance.
- Cumplimiento de metas: alcanzar los objetivos diagramados.
- Autoconciencia: reconocer y comprender las propias emociones, fortalezas y debilidades para actuar de forma coherente y efectiva.
Valores y ética profesional
- Ética profesional: tener un comportamiento, principios e integridad ejemplares.
- Responsabilidad y honestidad: cumplir con obligaciones sin buscar atajos o engaños.
- Transparencia: comunicar de forma clara y veraz, evitando ocultar información relevante.
- Responsabilidad social: actuar considerando el impacto en la comunidad y el medioambiente.
- Compromiso: mantener la palabra y cumplir acuerdos.
- Lealtad: cuidar y apoyar de manera coherente a equipo, clientes y organización.
Cuáles son las habilidades blandas más demandadas hoy
Según el Future of Jobs Report 2025 del World Economic Forum, la Asociación Nacional de Habilidades Blandas y la plataforma de trabajo LinkedIn, las habilidades blandas que hoy tienen mayor demanda —y que se proyecta seguirán creciendo en importancia hasta 2030— son:
Veamos cada una en detalle.
- Pensamiento analítico: descomponer problemas complejos y entender información para tomar decisiones.
- Pensamiento creativo: generar ideas originales y soluciones innovadoras.
- Resiliencia, flexibilidad y agilidad: adaptarse rápido y mantener el rendimiento en entornos cambiantes.
- Motivación y autogestión: mantener el impulso y la disciplina para alcanzar objetivos sin supervisión constante.
- Curiosidad y aprendizaje continuo: buscar activamente nuevos conocimientos y experiencias para mejorar.
- Empatía y escucha activa: comprender y considerar las perspectivas y emociones de otros, prestando atención plena a lo que comunican.
- Liderazgo e influencia social: guiar, motivar y generar impacto positivo en equipos y comunidades.
- Confiabilidad: cumplir lo que prometes, cuando prometes que lo harás. Se puede confiar en ti para completar cualquier tarea y la harás bien.
- Gestión del tiempo: saber priorizar tu carga de trabajo y encontrar un balance con tu vida personal.
- Resolución de problemas: saber manejar los conflictos del ambiente laboral para fomentar la colaboración y liderar equipos ágiles.
Estas competencias destacan porque son difíciles de automatizar y resultan críticas para trabajar en entornos cambiantes, colaborar de forma efectiva y generar valor en negocios como el e-commerce, donde la adaptación rápida y la relación con el cliente son determinantes.
Para los profesionales, se trata de mantenerse a la vanguardia, ya sea aprendiendo nuevas habilidades en demanda o profundizando en áreas de especialización existentes. Y muchos ya están tomando medidas: una cuarta parte de los profesionales afirma que planea centrarse en aprender nuevas habilidades este año.
Cómo desarrollar tus habilidades blandas
Las habilidades blandas se fortalecen con práctica, experiencia y retroalimentación constante. De hecho, si ya has estado trabajando, es probable que hayas desarrollado algunas habilidades blandas sin darte cuenta.
Por ejemplo, si tienes una tienda física, es probable que hayas desarrollado habilidades de resolución de conflictos o pensamiento analítico para atender clientes y solucionar sus problemas. Si hiciste una campaña en redes sociales, es posible que hayas utilizado tu pensamiento creativo para destacar. Y si estás leyendo esto, es porque tienes curiosidad y apuntas a un aprendizaje continuo.
Más allá de ese desarrollo de habilidades blandas “inconsciente”, algunas estrategias efectivas para seguir reforzándolas incluyen:
- Participar en proyectos colaborativos: te obliga a comunicar, coordinar y adaptarte.
- Buscar feedback de colegas, clientes o mentores para identificar áreas de mejora.
- Formarte en entornos reales: asistir a talleres, ejercicios de role-playing y simulaciones para practicar.
- Observar y modelar a personas con alta inteligencia emocional y liderazgo.
- Aprender de errores: reflexionar sobre situaciones difíciles y cómo responder mejor la próxima vez.
- Potenciar tus pasatiempos: desarrollar tus capacidades de expresión y aprender del trabajo en equipo en actividades artísticas o deportivas.
Las mejores habilidades blandas para desarrollar en e-commerce
En el comercio electrónico, ciertas habilidades blandas tienen un impacto directo en ventas, retención y crecimiento:
- Orientación al cliente: entender las necesidades reales y anticiparte a ellas.
- Comunicación digital clara: responder mensajes, reseñas o reclamos de forma empática y efectiva.
- Resolución de conflictos: manejar devoluciones o problemas logísticos sin deteriorar la relación con el cliente.
- Trabajo en equipo remoto: coordinar con proveedores, agencias y colaboradores en distintos lugares y zonas horarias.
- Creatividad: proponer campañas, contenidos y experiencias de compra originales.
- Adaptabilidad: reaccionar rápido a cambios en tendencias, plataformas o comportamientos de compra.
Por ejemplo, un negocio que domina herramientas de e-mail marketing (habilidad dura) pero no sabe segmentar y personalizar mensajes según el tono y las necesidades de su audiencia (habilidad blanda) difícilmente logre fidelizar clientes.
Ahora ya conoces qué son las habilidades blandas, cómo se diferencian de las habilidades duras y cómo desarrollarlas para potenciar tu desempeño en el ámbito laboral y en el e-commerce. Además, cuentas con la palabra de expertos sobre cuáles son las habilidades blandas más demandadas hoy en día.
¡Es hora de ponerlas en práctica! Si tienes una tienda online o llevas adelante un negocio, entonces necesitarás evaluar qué habilidades blandas se están poniendo en práctica y cómo ayudan a los resultados finales.
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