¿Qué es el capital social? Guía para definir el de tu negocio

La mano de una emprendedora calculando su capital social con la ayuda de un smartphone.
Puntos destacados del artículo:
  • El capital social es la cantidad de recursos financieros y activos invertidos por los accionistas o socios en una empresa. Este valor representa la propiedad y la responsabilidad de los propietarios en la empresa y se utiliza para financiar sus operaciones e inversiones.
  • Este monto sirve como fuente de financiamiento para la empresa, permitiéndole realizar inversiones, adquirir activos, pagar gastos operativos y promover el crecimiento del negocio.
  • El valor del capital social es determinado por los socios o accionistas en el momento de la constitución de la empresa y se registra en el contrato social o estatuto.
  • Generalmente, este monto se define en base a los recursos financieros y activos que los propietarios están dispuestos a invertir inicialmente en la empresa, teniendo en cuenta sus necesidades de financiamiento y el potencial de crecimiento del negocio.

La regla básica del emprendimiento es que tenés que invertir primero para cosechar los frutos después. A la hora de abrir una empresa, esta inversión inicial que mantiene el negocio funcionando se llama capital social.

Puede estar compuesto por dinero, que se depositará en la cuenta de la empresa, o por bienes como equipos, inmuebles y vehículos, que se transferirán al Registro Nacional de Sociedades. Lo importante es que el monto sea suficiente para cubrir los costos del negocio en los primeros meses, hasta que las ventas comiencen a generar ganancias.

Después de todo, un nuevo emprendimiento puede tardar meses o incluso más de un año en ser rentable. En ese tiempo, tu negocio necesita mantenerse y cumplir con objetivos.

Si no tenés idea de cuánto invertir, no te preocupes: te ayudamos explicando qué es el capital social, para qué sirve y cómo calcular la cantidad ideal.

¿Qué es el capital social?

El capital social es el valor total invertido para abrir una empresa y cubrir sus costos iniciales hasta que comience a generar ganancias. Este monto puede estar compuesto por dinero, bienes materiales como inmuebles, vehículos, equipos, materias primas o bienes inmateriales, como marcas y patentes.

En este caso, los socios o accionistas son responsables de proporcionar este patrimonio para el negocio. De esta manera, la empresa comienza con recursos suficientes para mantener su funcionamiento mientras las ganancias no llegan.

El valor del capital social se registra en el documento de constitución de la empresa, que puede ser un contrato social (empresas con socios), un requerimiento de empresario (empresas individuales) o un estatuto social (empresas sin fines de lucro).

También se registra en este acto constitutivo cuál será la cuota de participación de cada socio, es decir, cuánto cada uno invertirá para viabilizar el negocio.

En la mayoría de los casos, los socios o el emprendedor individual pueden definir libremente el valor del capital social en la apertura de la empresa. Sin embargo, en algunos casos, el tipo jurídico exige que se invierta un valor mínimo para formalizar el negocio, como veremos en los próximos apartados.

Diferencia entre capital inicial y capital social

Si el capital social es el patrimonio invertido para comenzar una empresa, ¿es sinónimo de capital inicial? Casi, pero hay una diferencia importante entre estos dos conceptos.

El capital inicial es la suma de todos los recursos que inviertes para iniciar una empresa, incluidos los gastos de contabilidad, alquiler de espacio, compra de equipos, contratación de personal, etc. Por otro lado, el capital social es la parte de esa cantidad que se registrará formalmente como patrimonio de la empresa.

Es decir, la cantidad que gastás para comenzar el negocio es diferente de la cantidad que registrás en el acto constitutivo como patrimonio oficial. La primera debe ser suficiente para estructurar la empresa, mientras que la segunda cubre los costos iniciales y mantiene el negocio en funcionamiento hasta que comience a generar ganancias.

Diferencia entre capital social suscrito e integrado

El capital social invertido por los socios en una empresa se puede clasificar en dos tipos principales:

  • Capital social suscrito: es el valor que los socios se comprometen a invertir en la empresa, pero que aún no se ha transferido efectivamente al negocio;
  • Capital social integrado: es el valor que los socios ya han transferido a la empresa según lo prometido en la suscripción.

Cuando se abre la empresa, los socios pueden suscribir sus cuotas, es decir, asumir el compromiso de invertir una determinada cantidad en dinero y bienes. Este pago puede hacerse en un plazo específico e incluso en cuotas.

Por ejemplo, podés comprometerte a invertir $10.000 en cinco cuotas más un equipo para la empresa. Una vez que el dinero se deposite en la cuenta del negocio y el equipo se transfiera al nombre de la persona jurídica, el capital estará integrado.

¿Para qué sirve el capital social?

El capital social sirve para financiar la empresa en sus primeros meses de existencia. Debe ser suficiente para cubrir los costos del negocio y garantizar su funcionamiento hasta que las ventas comiencen a generar ganancias.

Cuando abrís una empresa, lleva tiempo que el público objetivo conozca tu producto y que las ventas comiencen a aumentar. Al principio, vas a tener más costos que ingresos y, por lo tanto, tenés que asegurar una reserva financiera para cubrir estos gastos y seguir operando.

Por ejemplo, si abrís un comercio electrónico, tenés que invertir en la compra de inventario a proveedores, alquiler del espacio de almacenamiento, contratación de empleados, entre otros gastos. Hasta que el negocio despegue, todas estas cuentas se pagarán con el capital social.

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¿Cuál es la relación entre el punto de equilibrio y el capital social?

El momento en que los ingresos igualan a los gastos en una empresa se llama punto de equilibrio financiero. Esto significa que el negocio está listo para comenzar a generar ganancias, ya que los ingresos son suficientes para cubrir todos los costos.

Por lo tanto, el capital social es fundamental para sostener la empresa mientras no se alcanza este objetivo, lo que puede llevar desde unos pocos meses hasta más de un año, dependiendo del sector.

💡 Más información: El análisis financiero de tu negocio, la clave para una gestión eficaz

¿Cuál es la relación entre el capital de trabajo y el capital social?

Es del capital social que vas a obtener tu capital de trabajo: una reserva financiera en efectivo que garantiza el funcionamiento de la empresa hasta que se reciba el valor de las ventas. Este dinero hace que el negocio “gire” y evita que caiga en números rojos entre los pagos y los cobros.

¿Cómo definir el capital social?

Lo ideal es que el capital social se defina en base a los recursos necesarios para abrir la empresa y mantenerla funcionando durante algunos meses. Pero, como no siempre es fácil hacer este cálculo, muchos contadores sugieren que comiences con un valor simbólico de $170.000, si vas a abrir una Sociedad Limitada o Empresa Individual, los tipos más comunes.

Esta cantidad, en teoría, es suficiente para los gastos iniciales de un negocio, incluidas las primeras tarifas y la contabilidad. Es importante comenzar con un valor bajo para poder aumentarlo más adelante, a medida que conozcas la cantidad necesaria para la operación del negocio.

En otros tipos de empresas, tenés que invertir un capital social mínimo, como en el caso de la Empresa Individual de Responsabilidad Limitada (EIRELI), que requiere un valor de 100 salarios mínimos vigentes.

Ejemplo de cómo calcular el capital social

Si ya sabés cuánto necesitas invertir para abrir tu empresa y mantenerla funcionando en la fase inicial, calcular el capital social es fácil. Supongamos que planeás mantener un comercio electrónico durante tres meses y tenés los siguientes gastos en mente:

Inversiones únicas:

  • $350.000 para el proceso de formalización (registro y apertura de CNPJ, inscripciones fiscales, etc.);
  • $100.000 de inversión inicial en inventario;
  • $150.000 para el registro de marca;

Costos mensuales:

  • $300.000 de alquiler del espacio de almacenamiento;
  • $20.000 de mensualidad de la plataforma de comercio electrónico;
  • $40.000 de cuentas de consumo (luz, agua, internet, etc.);
  • $600.000 para la nómina de los empleados contratados;
  • $70.000 para la renovación mensual del inventario (solo una proyección).

En este caso, el patrimonio necesario para iniciar la empresa sería de $600.000 en inversiones únicas + $2.060.000 en costos mensuales (dos veces el costo mensual de $1.030.000), totalizando un capital social de $2.660.000.

Por lo tanto, los socios deberían disponer de este valor para comenzar el negocio y garantizar su funcionamiento durante tres meses, sin contar con los ingresos de las ventas. Por eso es importante saber cuánto cuesta abrir una tienda virtual antes de iniciar las operaciones.

¿Cuál es el valor mínimo del capital social para abrir una empresa?

Ahora que está claro qué es el capital social de una empresa, es importante que conozcas las reglas para definir este valor en cada tipo de negocio.

Capital social para MEI

Todo Microemprendedor Individual (MEI) se pregunta qué poner en el capital social del MEI cuando llega a esta etapa del registro. Como se trata de un profesional autónomo con una formalización simplificada, no se requiere un valor formal.

Es decir: podés ingresar cualquier valor al informar el capital social. La recomendación es incluir la cantidad total gastada para comenzar tu negocio, para tener este control en el futuro.

Capital social para EI

Al igual que en el caso del MEI, el Empresario Individual (EI) tampoco está obligado a declarar un capital social mínimo.

En este caso, vale la pena utilizar la regla del capital inicial de $170.000, si no es posible calcular el valor exacto.

Capital social para SAU

La empresa Anónima Unipersonal (SAU) está en sus últimos días precisamente debido al alto valor de capital social mínimo requerido: 100 salarios mínimos vigentes, equivalente a unos $20.000.000. La principal ventaja de este tipo jurídico es la responsabilidad limitada, lo que significa que los bienes del empresario están separados del patrimonio del negocio.

Por lo tanto, en caso de quiebra o endeudamiento, el patrimonio personal del titular no se ve afectado, a menos que se demuestre algún tipo de fraude. A pesar de esta ventaja, pocos empresarios individuales tienen un capital social tan alto para comenzar.

Por eso, la EIRELI está siendo reemplazada por la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL), que conoceremos mejor en el próximo apartado.

Capital social para la SRL

La Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL) es una alternativa a la SAU ya que no requiere un capital social mínimo, lo que permite que cualquier emprendedor abra un negocio sin socios con poco dinero.

Al igual que la SAU, la SRL garantiza la responsabilidad ilimitada, protegiendo los bienes del empresario. Y, sin el obstáculo del alto capital social, es mucho más fácil formalizarse con este tipo jurídico.

Capital social para Sociedad Limitada (LTDA)

La Sociedad Limitada (LTDA) es la modalidad más común para abrir una empresa con socios. En este caso, cada parte de la sociedad contribuye con la cantidad que desee, ya que no existe un valor mínimo obligatorio.

Recordemos que la aportación de bienes y activos de los socios define la cuota de participación que tendrán en la sociedad. En otras palabras, cada uno tendrá un porcentaje del capital social de la empresa y responderá por él.

Capital social para Sociedad Anónima (SA)

En la Sociedad Anónima (SA), el capital se divide en acciones en lugar de cuotas. Al igual que en la LTDA, no hay un valor mínimo de bienes y activos que deben ser invertidos por cada accionista.

Sin embargo, existen algunas reglas específicas para este tipo jurídico. Una de ellas es la obligación de integrar, como mínimo, el 10% del precio de emisión de las acciones suscritas en la apertura del negocio. Es decir: al menos el 10% del valor total de las acciones compradas al inicio de la empresa debe pagarse en el acto.


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¿Cómo cambiar el valor del capital social?

Con el paso del tiempo, es natural que la empresa crezca y sea necesario inyectar más dinero en ella. En este caso, se puede cambiar el valor del capital social en el acto constitutivo del negocio.

Este proceso requiere la actualización del contrato social en el Registro Nacional de Sociedades, ya que se registrará una nueva cantidad y, en el caso de las sociedades, una nueva distribución de cuotas. Para hacerlo, deberás buscar el apoyo de un contador, que se encargará de los trámites burocráticos.

El servicio es cobrado por la contabilidad y también deberás pagar una tarifa por la modificación contractual en el Registro Nacional de Sociedades.

Por otro lado, la reducción del capital social es más complicada. En este caso, la empresa no puede tener deudas y el ajuste debe ser publicado en un diario de gran circulación con las justificaciones correspondientes, lo que puede resultar costoso.

Además, el capital solo se reducirá después de 90 días de la publicación, si no hay objeciones al cambio. Por eso se recomienda comenzar con un valor más bajo y aumentarlo gradualmente.

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6 consejos para definir el valor correcto del capital social

Si necesitás definir el valor del capital social de tu empresa, tenemos algunos consejos que van a ayudarte.

1. Tener un plan de negocios

El plan de negocios es un documento que contiene todas las etapas y los recursos necesarios para poner en marcha tu negocio. Incluye el nombre de la empresa, público objetivo, productos y servicios, análisis de mercado, plan operativo, plan financiero, plan de marketing, entre otros puntos esenciales.

Con un plan completo, será mucho más fácil calcular los costos necesarios para abrir y mantener tu empresa. Como resultado, vas a tener un valor más preciso.

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2. Realizar una planificación financiera

Si tenés un plan financiero desde el principio del negocio, tu capital social será aún más claro. Este plan debe incluir:

  • identificación de los costos necesarios para la apertura;
  • proyección de costos fijos y variables durante los primeros 6 meses;
  • proyección de ventas y facturación durante los primeros 6 meses;
  • proyección de inversiones a realizar en los primeros 6 meses.

3. Considerar la naturaleza jurídica

Como vimos, las reglas para definir el capital social varían según la naturaleza jurídica de la empresa. Por lo tanto, es importante hablar con tu contador antes de abrir el negocio para elegir un tipo compatible con los recursos disponibles y los objetivos de los socios.

4. Definir la cantidad que cada socio aplicará

Para las sociedades, es fundamental dejar claro en el acto constitutivo cuál será la contribución de cada socio y cómo se integrarán los bienes y activos. Esto evita discusiones futuras sobre este tema, especialmente en el momento de la distribución de beneficios.

Recordá que, en las sociedades de responsabilidad limitada, los socios responderán solo por el valor de sus cuotas. En las de responsabilidad ilimitada, el patrimonio personal se fusiona con el empresarial y los socios son responsables de cualquier deuda de la empresa.

5. Determinar las condiciones para integrar el capital

Los socios de la empresa pueden elegir cómo desean integrar el capital suscrito en el momento de la apertura, con la excepción de la SA, que requiere un mínimo del 10% pagado en el momento de la formalización.

Por lo tanto, es importante detallar cuáles serán los plazos y condiciones de pago y dejar todo registrado en el contrato social. Si alguien no cumple con su palabra, existe un documento para proteger los derechos de los demás socios.

6. Calcular el valor mínimo necesario

Por último, partí siempre del valor mínimo necesario para la apertura y el funcionamiento de la empresa. Esto se debe a que, como vimos, tener que reducir el monto en el futuro puede ser un gran dolor de cabeza.

¿Todo claro sobre qué es el capital social?

Si llegaste hasta aquí, el concepto de capital social debería estar más claro, al igual que su proceso de definición. Cuanto más preciso sea el valor informado, mejor será para tu empresa, que necesita recursos iniciales para despegar.

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Preguntas frecuentes sobre el capital social

El capital social es el valor total invertido para abrir una empresa y cubrir sus costos iniciales hasta que comience a generar ganancias. Es aportado por el empresario individual o los socios, y sirve para financiar el negocio en sus primeros meses y garantizar su funcionamiento.

Lo ideal es que el capital social se defina en función de los recursos necesarios para abrir la empresa y mantenerla funcionando durante algunos meses. Sin embargo, como no siempre es fácil hacer este cálculo, muchos contadores sugieren comenzar con un valor simbólico de $170.000, si se va a abrir una Sociedad Limitada o una Empresa Individual.

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