10 errores comunes que se cometen al emprender

errores al emprender

Para que tengas éxito en tu negocio y puedas construir una carrera equilibrada y con grandes conquistas, preparamos esta lista titulada “errores al emprender”.

En resumen, los errores comunes de un emprendedor son:

  1. No confiar en vos mismo (o en tu idea)
  2. No analizar el mercado
  3. Empezar sin tener un objetivo definido
  4. Tener visión a corto plazo
  5. Descuidar la planificación
  6. No elegir buenos colaboradores
  7. Olvidarse de establecer una rutina de trabajo organizada
  8. Ignorar las áreas comerciales
  9. No analizar los resultados
  10. Abandonar tu emprendimiento ante el primer obstáculo

Veamos cada uno en detalle y descubrí cómo evitar estos errores al emprender. 📝

1. No confiar en vos mismo (o en tu idea)

Sin importar con cuál tipo de emprendedor te identificás, para conseguir algo primero es necesario que creas que sos capaz de conseguirlo, que confíes en vos y en tus capacidades. Como dijo Henry Ford: “Tanto si creés que podés hacerlo, como si no, en los dos casos tenés razón”.

2. No analizar el mercado

¿Cómo triunfar en algo que no se conoce? Muchos emprendedores cometen el pecado de creer que solo tienen que hacer una inversión importante para tener éxito en áreas que no conocen bien.

Hacer un análisis de mercado previo es esencial para iniciar una empresa. Si estudiás las características de tu segmento, la competencia y la respuesta del público al producto que vendés, vas a poder recolectar información muy valiosa para la administración de tu emprendimiento y para entender cuál es el diferencial de tu producto.

3. Empezar sin tener un objetivo definido

Este es uno de los errores comunes de un emprendedor: si no sabés exactamente lo que querés es probable que los resultados no sean del todo satisfactorios. Ya dijimos que es importante definir objetivos y metas para tu emprendimiento, pero vale la pena reforzar este tema.

Es importante establecer un plan de acción concreto para que todo tu equipo tenga en claro de qué manera va a colaborar al objetivo con su trabajo diario.

4. Tener visión a corto plazo

Si sólo trabajás pensando en un futuro inmediato y en ver ganancias lo más rápido posible seguramente vas a sentir algún tipo de frustración.

La idea es que entiendas que emprender requiere paciencia, tiempo y enfoque a mediano y largo plazo. No te olvides de desarrollar tus objetivos con esa visión.

5. Descuidar la planificación

Una vez que tenés en mente todo lo que querés lograr y lo que tenés que hacer para alcanzarlo, es esencial hacer todo el planeamiento que sea necesario. Podemos dividirlo en dos grandes categorías: el financiero y el de tiempo.

El plan financiero garantiza la estabilidad y el crecimiento de tu empresa, además de orientar los precios de tu producto. El plan a través del tiempo es fundamental para hacer que todo suceda, ya que te va a permitir validar tu rutina de trabajo y generar los resultados previstos.


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6. No elegir buenos colaboradores

Como emprendedor, sos el gran responsable por el éxito de tu empresa. Sin embargo, eso no quiere decir que vas a poder hacer todo por tu cuenta, sin ayuda. Encontrar a las personas indicadas para tu equipo de trabajo es crucial para conquistar las metas de tu negocio.

No te apures al elegir a los empleados para tu negocio y siempre tené en cuenta los valores de tu emprendimiento. Nada es más importante que tu visión y la calidad de tu producto o servicio, ni siquiera un precio por debajo de la media del mercado o la simpatía por alguien que en realidad no puede aportar demasiado a tu proyecto.

7. Olvidarse de establecer una rutina de trabajo organizada

De nada sirve tener metas establecidas y un planeamiento si no tenés control sobre tu propia rutina de trabajo. La desorganización no solo disminuye el potencial de tus acciones a mediano y largo plazo, sino que también perjudica tu desempeño como profesional.

Para evitar cualquier problema, asegurate de tener todas tus tareas en orden, sabiendo exactamente lo que es necesario hacer ahora, lo que puede quedar para después, lo que no vale la pena ejecutar y lo que va a ser delegado.


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8. Ignorar las áreas comerciales

Durante la fase inicial de tu emprendimiento es normal tener que priorizar algunos sectores en relación a otros. Ciertos componentes, como los vendedores y la plataforma de e-commerce que usás, por ejemplo, son indispensables para generar las ventas iniciales y conquistar a tus primeros clientes.

Por lo tanto, también es importante dedicar tiempo a otras áreas comerciales, responsables por la fidelización de tu público y por el crecimiento de tu empresa: marketing digital y atención al cliente.

9. No analizar los resultados

Algunas veces es importante hacer una pausa en medio del camino para reflexionar si tus acciones diarias te están llevando al lugar que querés llegar, en función de las metas y objetivos que estableciste.

Para conocer qué efecto están generando las acciones que hacés, te aconsejamos que prestes atención a las métricas de tu emprendimiento. También puede ser interesante establecer períodos durante el año para pedir feedback a tu público y analizar todas las respuestas con tu equipo.

10. Abandonar tu emprendimiento ante el primer obstáculo

Todo nuevo proyecto requiere una suerte de prueba y error: en cada paso, en cada etapa, tenés que trabajar el ánimo y la confianza para no hacer que un error sea el fin de tu gran idea y proyecto.

Si algo imprevisto surge o un error te encierra, recordá que es una variable común en todos los emprendimientos y podés aprender de esa experiencia para mejorar los resultados en el futuro.

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Conclusión

Es preciso tener en mente que, para que un emprendimiento tenga éxito, hace falta invertir tiempo, conocimiento y dinero. Por lo tanto, para alcanzar los resultados esperados todas las cuestiones que están relacionadas con el mantenimiento y el desarrollo de tu negocio tienen que ser contempladas.


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